miércoles, 15 de julio de 2020

La huella de Carbono y la Tecnología

¿Qué es la huella de carbono?

Según la definición dada por IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático, fundado en Suiza en 1988) es “el cálculo de la totalidad de emisiones de gases efecto invernadero (GEI) emitidos por un individuo, organización, evento o producto de forma directa o indirecta”, es decir, el término Huella de Carbono se utiliza para determinar la contaminación que dejamos en el mundo ya sea una persona, empresa o país a partir de sus actividades y comportamientos.

Ya que todos los países que forman parte de las Naciones Unidas y de la OMM (Organización Meteorológica Mundial) son parte del IPCC, la gran parte de ellos han tomado en cuenta esta situación y ya han creado programas para reducir de manera efectiva la forma en que sus residuos afectan a nuestro planeta. Incluso en el Perú, nuestro Gobierno está comprometido y desde agosto del 2019 ha creado una plataforma la cual permite que las empresas puedan calcular la cantidad de Carbono que producen, adicionando los servicios de:

  • Obtener reportes agregados por sectores e indicadores de intensidad de carbono.
  • Dar a conocer las emisiones de las organizaciones de forma periódica y compatible con las disposiciones nacionales para la elaboración del Inventario Nacional de GEI (Infocarbono).
  • Otorga beneficios a las empresas ya que reduce el gasto en energía, mejora la imagen de compromiso ambiental, añadiendo valor a la empresa y mejorando la gestión ambiental.


Sin embargo, cuando pensamos en las acciones que aumentan los niveles de CO2 en el ambiente, es un error centrarse solo en las industrias petroleras y mineras, el transporte o los autos particulares y descartar de este problema a la Tecnología.

Aunque suene increíble el impacto de la tecnología en el cambio climático no es diferente al de los otros sectores. La digitalización ha supuesto avances importantes para los más de 4.500 millones de personas con acceso a Internet. Y es que no es solo el uso de los equipos tecnológicos, la contaminación de debe al consumo de electricidad, la cual es generada mayormente por medio de gas o petroleo que al procesarse producen CO2.

Algunas de las empresas preocupada por esta situación (Samsung, Google, Intel y Twitter, por decir algunos) ya están trabajado en la reducción de su huella de carbono digital, realizando sus propios conteos de emisiones y poniendo a trabajar a sus servidores con energía limpia, como la eólica, por ejemplo.

Por otro lado, Ericsson Industry Lab desarrolló un artículo en el cual analizaba las emisiones de carbono en la industria de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), además detallaba el impacto ambiental de un producto o servicio digital desde su fabricación hasta su desecho y enumeraba recomendaciones para reducir la huella de carbono que produce la tecnología:

  •   Utilizar nuestros Smartphone o cualquier otro dispositivo electrónico durante mucho más tiempo antes de comprar uno nuevo.
  •  Reciclar o reutilizar aparatos digitales.
  • Consumir servicios digitales en dispositivos más pequeños.
  • Recargar la batería de los aparatos con fuentes de energía renovables.
  • Evitar comprar más dispositivos de los que se tiene tiempo para utilizar y donar los que ya no se ocupen.
  • Hacerle saber a los productores de dispositivos o proveedores de servicios que importa su huella de carbono.
  • Comprar dispositivos a compañías que tengan objetivos para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Utiliza servicios TIC que ayuden a reducir emisiones de CO2.

Ahora es nuestro turno de apoyar estas iniciativas, no solo las empresas son las responsables de la reducción del carbono, si no también cada uno de nosotros tomando en cuenta estas recomendaciones y enseñando a las futuras generaciones para así reducir por completo el impacto a nuestro medio ambiente.

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