Se trata de una piel artificial electrónica que tiene implementad0s de diferentes tipos de sensores, el parche de piel artificial, que se pega a la piel de la manera mas natural como un tatuaje temporal. Este dispositivo se ha ensayado ya con éxito para medir la actividad eléctrica del corazón, del cerebro y de músculos.
Esta piel electrónica es cómoda, fácil de usar y eficaz, gracias a sus propiedades mecánicas que se adaptan bien a la piel natural a comparación de los aparatosos electrodos recubiertos de gel habituales. Tiene el grosor de un cabello humano y está hecho de un polímero flexible similar a la de la silicona de las fundas de los pequeños aparatos electrónicos. La estructura de capas permite integrar componentes electrónicos, bobinas, semiconductores y aislantes, antenas inalámbricas e incluso minipaneles solares. Los filamentos tienen una configuración de serpentina de manera que se estiran y arrugan (como la piel natural) sin resultar dañados. Los parches de esta piel se adhieren al cuerpo sin pegamento alguno, sencillamente por la atracción natural de moléculas de la misma sustancia, y parecen tatuajes temporales (incluso se puede esconder bajo uno). Y se pueden poner en cualquier parte del cuerpo sin producir irritaciones de la piel.
El objetivo de este proyecto es desarrollar una tecnología electrónica que se integre en la piel de forma que mecánica y fisiológicamente invisible para en cada usuario.
Pero ellos no son los únicos. La artista Gina Miller (también conocida como "nanogirl"), también ha propuesto implantar una pantalla justo debajo de la superficie de la epidermis que podrían cambiar por completo la forma de expresarnos, de comunicar nuestros pensamientos e incluso mostrar parámetros médicos relacionados con nuestra salud.
Como vemos estos investigadores tienen muchas ideas ingeniosas para desarrollar sus tecnologías, que apenas han dado sus primeros pasos.
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